GATIFICAR SIN PONER LA CASA PATAS ARRIBA (I)

MIAU, SWEET MIAUEVA SAN MARTÍN. Gatificar es el arte cotidiano de crear en nuestras casas humanas entornos amigables con los felinos. Espacios en los cuales los gatos puedan satisfacer sus sesudos instintos naturales de correr, trepar, descansar, jugar, refugiarse y sentirse dueños de su sitio.

De eso trata esta sección de EN EL NOMBRE DEL GATO. Con todos ustedes, al fin y por fin, aquí está ¡El Gatificador!  

Admitámoslo: decorar nuestra vivienda guiados por el gusto interiorista del gato puede sonar a idea descabellada. Pero, y allá va la buena noticia, existen numerosos trucos para despertar la naturaleza felina sin poner en riesgo ni nuestro presupuesto ni nuestro salón.

Para muestra, un botón. Y, además, esta sección. En ¡El Gatificador! recogeremos ideas divertidas que transforman nuestro hogar en un espacio más estimulante para los felinos; pero con la condición de que este siga siendo estético y confortable para sus habitantes de dos piernas: es decir, ¡nosotros!

Las gatificaciones pueden implicar grandes e interesantes reformas domésticas: llegaremos tan lejos como queramos y/o nos permita el bolsillo. Pero vayamos paso a paso, pata a pata. Y empecemos por debajo.

Las propuestas de hoy no pueden ser más humildes ni baratas: estos dos gestos sencillos gatifican sin obras, esfuerzo ni dinero. Nuestros felinos nos lo agradecerán; y todos en casa seremos más dichosos. ¿Quién da más?

GATIFICACIÓN 1: ¡Abramos las puertas!

Gatificar la casa sin dinero

Gatificar sin dinero: abre las puertas. Aquí, Billy de paseo por casa.

La fórmula más accesible y carente de esfuerzo para comenzar a gatificar nuestras viviendas es… ¡abrir las puertas! Las interiores, se entiende.

El arte de contentar a nuestros felinos sigue algunas reglas de Perogrullo como esta: proporcionemos espacios diversos al gato para pasearse y merodear tranquilo.  Y ¿hay algo más barato que abrir las puertas de las habitaciones? Así el felino inquilino podrá deambular por distintas estancias de la vivienda, ¡a su sesudo ritmo!

 GATIFICACIÓN 2: Camas con imaginación felina

GATIFICAR-CAMA-PARA-GATOS

Hay gatificaciones que son ley en una casa con felinos, o ¿no te has parado a pensar quién manda?

En mis concienzudas observaciones felinas diarias (creedme: son largas, tengo la oficina instalada en casa), he podido comprobar cómo mis gatos se instalan para dormir en los sitios más insospechados.

He visto a mis felinos dormitar dentro de armarios, amodorrarse encaramados al lavabo del baño (¿en vuestra casa también es tan difícil encontrar intimidad cuando huis al escusado?), sestear sobre el radiador caliente en invierno, repantigarse detrás de cortinas…

Por ello, sin miedo a equivocarme, puedo afirmar que la cama en sus múltiples variedades felinas es la mejor amiga de un gato feliz. Observar los hábitos de descanso de nuestros sesudos amigos nos dará pistas para la segunda gatificación necesaria en casa: ofrecerles varios sitios «preferidos» donde dar cabezadas a gusto.

Los gatos son gente de extremos, y también de disfrutar de varias zonas de sesteo: por eso, hay que ofrecerles al menos dos camas, sostiene el británico John Bradshaw, uno de mis científicos gateros favoritos. Una al ras del suelo con techo, que les proporcione refugio, y una segunda en altura, que les permita explorar sin ser molestados.


Esta es sólo la primera entrega de GATIFICAR SIN PONER LA CASA PATAS ARRIBA. ¡Pronto, más! Hasta entonces me encantará leer vuestras gatificaciones y recibir fotos de los felices minimos con los que compartís la vida. ¡Espero vuestros comentarios!

Las ilustraciones usadas en las viñetas son de Designed by Freepik

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