#YesWeCat, ¿Votaría a este gato como presidente?

#YesWeCat: Cooper promoviendo un país mejor para #gatos y #perros: legalización del catnip, paseos largos para todos los perros, mucho amor humano, esterilización y sanidad pública para todos los animales.

#YesWeCat: Los gatos políticos canalizan el descontento con los políticos corruptos y la lucha por un mundo más digno con los animales. Disputan alcaldías en todo el planeta, hasta la presidencia de EE.UU. Estas carreras políticas felinas son muy reales, y se extienden desde Siberia a Canadá.

EVA SAN MARTÍN. La campaña electoral para el #20D entra en su fase final y decisiva. Pero hay una cuestión peluda que sobrevuelva el ambiente: ¿votaría usted a un gato como presidente del Gobierno? Un candidato peludo que dispute el puesto al bipartidismo de Mariano Rajoy (PP) y Pedro Sánchez (PSOE), que eclipse al flamante Pablo Iglesias (Podemos), reivindique el hueco perdido por Alberto Garzón (IU) o que ponga en evidencia las contradicciones de Albert Rivera (Ciudadanos).

Puede sonar descabellado, pero ejemplos de gatos políticos hay por todo el mundo: desde el felino Limberbutt, que disputa la presidencia de EE.UU. al mismísimo Donald Trump este 2016, el minino Barsik, que quiere legalizar el catnip en Rusia, y hasta un gato que ha sido alcalde 16 años en Alaska.

¿La clave de su éxito? El hartazgo ciudadano con los políticos tradicionales y la lucha por una política más amable con los gatos del mundo.

Barsik, el gato que quiere ser alcalde en Rusia

El gato Barsik es el candidato con mayor apoyo ciudano como alcalde en la ciudad de Barnaúl, Siberia.

El gato Barsik es el candidato con mayor apoyo ciudano para ser el próximo alcalde de Barnaúl, Siberia.

La ciudad de Barnaúl, en Siberia, ha dado muestras de que 2016 será un año político atípico. Hartos de políticos humanos corruptos, los ciudadanos de Barnaúl quieren que un gato de 18 meses llamado Barsik se convierta en el próximo alcalde de esta ciudad de 700.000 habitantes. El redondo minino ha conseguido el apoyo del 90% de los 5.000 votos recogidos en una encuesta online no oficial organizada en la red social Vk, barriendo a los seis candidatos humanos.

«El éxito de Barsik es consecuencia de lo poco atractivos que resultan los candidatos humanos para los ciudadanos«, ha dicho Altaysky Seyatel, responsable de este sondeo, a la cadena CNN.

Por desgracia para sus partidarios, Barsik no está registrado como candidato oficial a las elecciones de esta próxima semana, por lo que no podrá tomar su silla de alcalde peludo. Pero, ¡eureka!: solo es el último gato con proyección política en recibir el apoyo ciudadano. Otros felinos, incluso, lo han conseguido.

El gato Limberbutt contra Donald Trump

El gato Limberbutt disputa la candidatura demócrata para  presidencia de EE.UU. 2016

El gato Limberbutt disputa la candidatura demócrata para presidencia de EE.UU. de 2016

Limberbutt McCubbins es el gato que puja en la carrera presidencial de EE.UU., en busca del apoyo necesario para convertirse en el candidato demócrata de las elecciones este 2016. Este gato de seis años y origen callejero -fue rescatado en la ciudad de Louisville, aunque hoy es un gato feliz adoptado que comparte su vida con otros dos felinos- ha conseguido inscribirse en la Comisión Federal Electoral. Y, hasta el momento, el gato cumple todos los requisitos para disputarle el puesto a sus adversarios demócratas Hillary Clinton y Bernie Sanders, y verse después las caras con el republicano Donald Trump, informa Politifact.

«Aunque la carrera política de Limberbutt comenzó como una broma, una vez conseguido el registro como candidato oficial, y captar atención mediática, la cosa se puso más seria», ha declarado Isaac Weiss, de 17 años, uno de los dos directores de campaña del gato Limberbutt, a Huffington Post.

Limberbutt basa su programa presidencial en los derechos de los animales: defiende que gatos y otros animales deben gozar de asistencia sanitaria pública, como los humanos. Además, promueve la vacunación y la esterilización, así como los cuidados animales universales. Sus políticas también incluyen «la legalización del catnip o hierba gatera», así como la «legalización del matrimonio gay gatuno».

Aunque la carrera presidencial de Limberbutt no tenga largo recorrido –ningún gato ha sido nunca investido presidente de EE.UU- su apoyo mediático es enorme: su página de Facebook Limberbutt4President2016 supera los 11.000 seguidores, y tiene otros 1.700 en Twitter.

Y Limberbutt no ha sido el único gato en intentarlo. Hank, un Maine Coon, peleó en 2012 por hacerse un hueco en el Senado de EE.UU., como candidato por el estado de Virginia. Hoy su página de Facebook tiene 113.000 seguidores, y sirve de plataforma para la adopción y derechos de los gatos del mundo.

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El gato Hank disputo un escaño en el senado de EE.UU. / Hank for Senate

Morris: ¿cansado de votar a ratas? Vota a un gato

Morris es un gato activista político que luchó por la alcaldía de Xalapa, en México. /El candigato Morris.

Lo que comenzó como broma, estuvo de cerca de convertir al gato Morris en el primer alcalde gatuno de la ciudad de Xalapa, en México. Y ha transformado a Morris, el «candigato» en apenas dos años en todo un fenómeno mediático, con contundente mensaje: acabar con la corrupción de los políticos.

«El gato Morris ha canalizado el enfado de los ciudadanos contra la corrupción y contra un sistema político que no nos representa«, dijo Sergio Chamorro, el humano que vive con el peludo candidato, a The Guardian. El primer eslogan de la campaña de Morris no dejaba lugar a dudas: «¿Harto de votar a las ratas? Vota a un gato».

La página de Facebook del «candigato» Morris tiene 350.000 seguidores, y su historia ha inspirado un puñado de carreras peludas a las alcaldías de diferentes ciudades de México: desde un mono en Ciudad Juárez y un perro en Oaxaca hasta una gallina en Tepic.

Pero Morris tampoco fue el primer gato en entrar en política municipal. El felino Tuxedo Stan logró formar un notable revuelo mediático con su candidatura para alcalde de Halifax, en Canadá, en 2012. El programa de este gato, también de pasado callejero, incluía apoyo para la esterilización felina y cuidados veterinarios garantizados para todos los gatos de la ciudad.

Tuxedo Stan logró captar la atención de los medios durante su su carrera por la alcaldía de Halifax, en Canadá, en 2012.

Tuxedo Stan logró captar la atención de los medios durante su su carrera por la alcaldía de Halifax, en Canadá, en 2012.

Stubbs, un alcalde peludo en Alaska

Stubbs

El gato Stubbs ha sido durante 16 años alcalde de Talkeetna, en Alaska. / Mayor Stubbs

No hay muchos alcaldes que confiesen amor ciego por las caricias en el ombligo. Tampoco que se paseen desnudos por la ciudad o se enrosquen para echarse la siesta en el despacho del ayuntamiento.

Pero sí hay uno: el gato naranja Stubbs, quien ha sido el alcalde de la ciudad de Talkeetna, en Alaska, durante 16 años. Y el apoyo de sus ciudadanos no ha dejado de crecer.

«Stubbs no nos sube los impuestos ni interfiere en nuestras vidas: es un alcalde honesto», ha afirmado Lauri Stec, habitante de Talkeetna, a CNN.

Stubbs fue abandonado de cachorro en una caja de cartón junto al resto de sus hermanos. Esta empresaria le recogió porque creyó que el hecho de no tener cola dificultaría su adopción. Al poco tiempo, inscribió al gato como candidato a la alcaldía de la ciudad, harta de sus anteriores representantes. Y Stubbs ganó.

¿Qué explica que el felino haya permanecido desde entonces como alcalde la ciudad? Talkeetna es una ciudad histórica donde el puesto de alcalde es más simbólico que funcional. Por lo que la mayoría de sus habitantes están más que contentos de que este gato sea quien ocupe el palacio municipal. Y que gobierne a ritmo de miau.

El gato de los políticos delirantes

Cat Mandu y Alan Howling Laud. /Wikipedia

Cat Mandu y Alan Howling Laud. /Wikipedia

El partido británico Official Monster Raving Loony Party ha hecho de la sátira su herramienta de crítica más efectiva contra los políticos británicos. Y el gato Mandu (Cat Mandu) se convirtió en su líder peludo en 1999, candidatura compartida con su humano Alan Hope (Alan, Howling Laud): quién declaró que todas «las decisiones políticas tendrían que ser consensuadas con el gato Mandu». El programa electoral de este partido tan delirante como provocador es una hoja en blanco.

 

 

 

¿Y tú? ¿Votarías a un gato como presidente o próximo alcalde de tu ciudad? ¡Cuétanos! ¡#YesWeCat!

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