Esta semana se celebra el Día Internacional del Gato, y me apetece compartir cuánto (y cómo) mis cuatro gatos han impactado mi vida, cómo la han puesto patas arriba. Los gatos están aquí para sorprendernos, pero también para enseñarnos valiosas lecciones peludas. La próxima vez que tu gato te impresione, ya sabes, toma nota y apunta: ¡así es como debería vivir yo!
Me encantaría escuchar qué has aprendido tú de tus gatos, ¡así que recuerda compartirlo en los comentarios y en el Facebook de En el Nombre del Gato!
1. El amor no tiene reglas. El amor llega de tantas formas como veces amamos, incluso inesperadas. Y merece la pena ser paciente. Cuando conocí a Cooper, mi primer gato, era un cachorro abandonado y sucio. Pero fue él quien me enseñó a maullidos que esos bufidos eran puro miedo; y también que si aprendía a jugar con él, estaría encantado de quererme para siempre. Y así fue cómo trastocó mi vida para siempre. (Psssss: puedes leer más sobre cómo conocí a Cooper, en el cuento Palabra de Gato).
2. Disfruta las cosas pequeñas. ¿Una goma del pelo? ¡Horas de diversión asegurada! Todo el que ha visto a su gato jugar de forma infatigable con una pinza de la ropa sabe de lo que hablo. Es una lección importante, aunque no siempre fácil de recordar.
Los pequeños momentos dan sentido a nuestra vida, y merece la pena pararse a disfrutarlos. ¡Menos mal que ahí está de nuevo Billy para recordármelo, y transformar un tapón de leche en el juguete a propulsión purrfecto!
3. No seas pesado. A los gatos no les gusta y… ¡a los humanos tampoco!
4. Si quieres algo, pídelo. Cuando por las mañanas escucho a Cabo maullar para que me levante a darle el desayuno y, en caso de no obtener respuesta, golpear la puerta de la habitación con tanta fuerza que cualquier día la tira abajo, lo veo claro. No hay puerta cerrada que valga, por mucho que uno sea un gatito. Si quieres algo, sé directo.
5. ¡Confía en ti! ¿Quién no se ha sorprendido al pillar infraganti a un gato hacer pipí, y él sin inmutarse ni renunciar a su elegancia peluda? ¿Y cómo no flipar pepinillos cuando Martes, una gatita de tres kilos, salta los tres metros que hay desde el árbol rascador al sofá del salón? Los gatos lideran sus vidas con autoestima y completa confianza peluda. Quien no se lanza, no vive.
6. Actúa, ¡ya pedirás perdón después! ¿Alguna vez un gato te ha preguntado si quieres que se siente en el teclado de tu ordenador? ¿Y si quieres recibir un masaje en el pecho a las 5.30 de la mañana? ¿O si te parece bien que lance un vaso con agua al suelo porque es lunes, y nada puede ser peor? ¿A qué no? ¡Pues eso! Haz lo que te apetezca y aprende a desplegar tus encantos peludos para disculparte o hacer que lo olviden… ¡después!
7. El mundo es una jungla… ¡saca provecho! Ponte las gafas de gato y no tardarás en darte cuenta: las cajas son barricadas donde preparar emboscadas (o caer en una), una esquina esconde un mundo imprevisible a la vuelta y la pata de una silla es un palo purrfecto que arañar y donde marcar tu terreno. ¿Ves cómo cambia la perspectiva?
El mundo es una jungla con infinitas posibilidades, pero también con peligros, y los gatos lo saben. Por eso estudian el terreno antes de dar un paso en falso. Después, deciden cómo actuar. Una lección peluda para evitar conflictos innecesarios.
8. Necesitas dormir más. ¿Cuántas veces has levantado la cabeza del ordenador para descubrir a tu gato panza arriba sobre la mesa, disfrutando de su quinta siesta de la mañana? Dormir relaja, agiliza la mente, pone de buen humor, ¡y los gatos lo saben! ¿O crees que es casualidad que duerman 18 horas al día?
9. ¡Sorpréndete a ti mismo! ¿Un trozo de papel arrugado? ¡No hay juguete igual! ¿Un trozo de cuerda para tender? ¡Una culebra lista para ser cazada! ¿Un armario lleno de ropa limpia? ¡La mejor cama para echarse la siesta! El mundo es un juguete enorme, y está ahí para ti. Lección peluda importante: nunca dejes morir el cachorro que llevas dentro.
10. No te conformes. La vida es demasiado corta para conformarte. ¿Qué no te gusta la cama para gatos carísima que tus humanos han comprado? ¡No la uses! ¿Que latita de salmón noruego orgánico no es de tu agrado? ¡No lo comas! Si no cedes, conseguirás lo que quieras. Vale, la mayoría de las veces.
¿Qué te han enseñado tus gatos? Asegúrate de dejar tus lecciones peludas en los comentarios. ¡Feliz Día Internacional del Gato! #DiaInternacionalDelGato
A mi gato le compré una cuna…nunca la usó, duerme conmigo. Le compré una pelota, nunca la usó. O sea, es igual a mi…hace lo que quiere y me encanta! La mejor compañia.
A caer dignamente con el mínimo Dani a mi cuerpo.