EVA SAN MARTÍN. ¿Un pueblo purrrrfecto, donde gatos (y perros) son «ciudadanos no humanos»? Sí, han leído bien. Bienvenidos a Trigueros del Valle, una pequeña villa española de pastores y agricultores, de trigales y campos de cebada, con 330 personas y 300 gatos y perros, que acaba de transformarse en un símbolo internacional de la defensa de los animales.

Gatos (y perros) son ciudadanos no humanos en Trigueros del Valle: un pueblo de España colocado en la vanguardia animalista mundial. / Foto:  Héctor García.

El tranquilo pueblo de Trigueros del Valle, en Valladolid, ha protagonizado una auténtica apoteosis animalista que ha captado los focos de medio planeta: se ha transformado en el primer municipio de España, y entre los primeros del mundo, en declarar a sus gatos y perros «ciudadanos no humanos», otorgándoles de este modo derechos hasta ahora reservados en exclusiva a hombres y mujeres.

«Estamos sorprendidos por el revuelo creado, para nosotros declarar a los gatos y perros ciudadanos no humanos ha sido un paso natural tras miles de años de convivencia juntos; pero también estamos contentos porque nos gustaría que el ejemplo sirva para que muchos otros pueblos y ciudades se unan a esta causa», cuenta por teléfono Pedro Pérez,  alcalde de Trigueros del Valle, quien ha convivido «siempre con animales, desde perros y gatos hasta cabras».

¿Queréis cocerle? Aquí tenéis su foto, enviada en exclusiva a EN EL NOMBRE DEL GATO, con su «vecina, la Rubia». 

El alcalde de Trigueros del Valle, Pedro Pérez, el pueblo purrrrfecto convertido en símbolo de la defensa de los animales mundial, con su vecina peluda «La Rubia».

Y así, sin buscarlo pero convencido con su causa, Pérez se ha convertido en un #CatHéroe (héroe felino) y #DogHéroe (héroe perruno) que lleva más de una semana atendiendo a medios de comunicación de medio mundo. Periodistas de Reino Unido, Alemania y hasta de México y EE.UU. le llaman para interesarse por la noticia.

¿CÓMO SE CREA UN PUEBLO PURRRFECTO?

¿Que cómo lo han hecho? El ayuntamiento recién constituido ha votado en tromba, por unanimidad y en su primer pleno celebrado con la nueva corporación municipal, que todos sus gatos y perros sean considerados «ciudadanos no humanos del pueblo». Las asociaciones animalistas de la zona, entre ellas, Rescate 1 y Libera, llevaban meses trabajado para llevar al ayuntamiento esta propuesta: una declaración, plasmada en 13 artículos inspirados en la Declaración Universal de los Derechos de los Animales, (Londres, 1977), que defiende que todos los animales tienen derecho a la atención, cuidados y protección del hombre, incluida la protección de su libertad.

Los gatos de Trigueros son «ciudadanos no humanos», con derechos similares a sus hombres y mujeres, como la tutela y protección municipal contra el maltrato. / Foto: Fechi Fajardo.

¿Y en qué se traduce esta declaración de buenas intenciones? Los más de 250 gatos de Trigueros ahora tienen tutela municipal en caso de abandono o maltrato, está prohibido sacrificarlos y contarán con la defensa activa del ayuntamiento, quien actuará de oficio contra quienes pretendiera hacerles daño. ¿Es este el pueblo purrrfecto o no?

Gatos son ciudadanos no humanos, con protección y tutela del pueblo

De este modo, Trigueros se ha convertido en tutor y protector de todos sus felinos (y perros). Las colonias de gatos vecinales se gestionan desde hace año y medio con un programa CES: captura, esterilización y suelta controlada. No solo eso: el pueblo intenta encontrar una familia a los gatos que son adoptables y cuando no, los felinos vuelven al pueblo, a las colonias controladas y protegidas por los vecinos. [Pssssss: si queréis saber más sobre la importancia de gestionar de forma ética las colonias de gatos de la calle, no os perdáis la entrevista con Agnès Dufau, Nobel gatuna, en EN EL NOMBRE DEL GATO, si no la habéis leído ya].

Trigeros del Valle, un pueblo donde sus 330 personas y sus cerca de 300 gatos y perros tienen derechos humanos. / Foto: Laura.

Ningún gato es sacrificado. Y, cuando aparece un animal maltratado o abandonado, el ayuntamiento lo aloja en el patio municipal, donde el peludo en apuros recibe cuidados y alimento mientras que llega un adoptante o la gente de Rescate 1 viene a por él. También en esto han sido pioneros en la comarca. «Sé que muchos se lo han tomado a broma y, aunque la propuesta pueda sonar simpática, lo cierto es que la declaración de los gatos y perros como ciudadanos no humanos de Trigueros es una iniciativa muy seria que necesita extenderse por más ciudades», dice Pérez, socialista, pero quien rehúye de colocar colores políticos a la iniciativa: «Cuantos más seamos y más gente se una, mejor», zanja.

¿Y si algún vecino detecta un posible caso de maltrato de gatos o perros, o que sus familias humanas no los tratan como necesitan? Entonces el ayuntamiento actúa de oficio para denunciar y hacerse con la tutela del animal en apuros.

«¿Si no somos capaces de querer a nuestros gatos y perros, nuestros compañeros animales que cada día nos ayudan y viven junto a nosotros, ¿cómo vamos a ser capaces de querer a los demás?», reflexiona Pérez, ya convertido en el alcalde más animalista de España, para quien declarar a los perros y gatos ciudadanos no humanos, con derechos similares al resto de habitantes de Trigueros, es un «un paso lógico tras tanto miles de años de convivencia y colaboración con los vecinos».

Los gatos y perros de Trigueros del Valle tienen derechos humanos, algo que ha colocado a este pequeño pueblo vallisoletano entre los más animalistas del mundo. / Foto: Julia Gardner.

La declaración de Trigueros del Valle les ha convertido en el pueblo más animalista de España, por encima incluso de ciudades emblemáticas en la defensa felina como Barcelona: nadie, hasta ahora, había dado el paso necesario de declarar a sus gatos «ciudadanos no humanos». Un importante avance que coloca a este humilde pueblo castellano en la delantera animalista europea, incluso mundial. Una versión reducida de lo ocurrido en ciudades como Roma, donde los gatos «son ciudadanos romanos» con plenos derechos: viven en sus monumentos históricos, cuentan con protección y cuidado veterinario municipal y está prohibido matarlos.

Lo dicho, ¡un pueblo purrrrrrfecto!

Espero que hayáis disfrutado de este reportaje peludo tanto como nosotros. ¿No os parece una noticia genial? ¿Creéis que algo así podría extenderse a otras ciudades o pueblos? Contadnos…. ¡nos encanta saber de vosotros y extender esta revolución peluda que ya está en marcha! Comparte con los hastag: #Cathéroes #PeludificandoEspañaQueEsGerundio.