EVA SAN MARTÍN. Ahora o nunca. Allá va, confieso: soy una consumidora insaciable de información relativa a los gatos en internet. Ya lo he soltado, ¡qué alivio! En mi descargo diré que soy periodista y que me dedico a hablar y escribir de felinos como freelance. Cierto que todos los adictos necesitamos una justificación que creamos plausible, ¿o no?

¿Pero qué ocurre cuando descubres que no toda la comida para gatos es tan buena como debería? Lo normal es cambiar de marca y, en mi caso, también investigar. Así es como llegué a mis primeras recetas caseras.

Aclaremos antes de seguir un punto importante: yo no cocino para ellos todos los días: esto implica mucho tiempo y conocimiento. Pero sí, ¡lo admito!: hago mis pinitos en cocina gatuna sana.

Por suerte para los humanos neófitos en pucheros felinos, existen recetas para gatos sencillas y sabrosas, con las que premiar de forma esporádica a nuestros sesudos comensales de cuatro patas. Este pastel de atún con langostinos para gatos es apto para vagos culinarios: divertido y rápido de preparar. He aprovechado el cumpleaños de Cooper para cocinarlo: llevamos seis años de vida peluda en común: ¡muchas felicidades, amigo!

Cosas que se hacen por amor…

 

Aquí va…

El ingrediente principal de esta receta gatuna es el filete de atún. Pero también vale recurrir a la modalidad extrarrápida y más económica: la lata de bonito, aunque antes comprobad que es natural y baja en sal. La única manera de librarse de las espinas es trocear el atún y utilizar la sorprendente pero infalible técnica del ¡manoseo con los dedos! Para las recetas con latas de bonito se entiende que podemos saltarnos este paso.

 

Los huevos crudos y el queso, bajo en grasa y sal, añaden textura blanda al pastel. En esta ocasión, he utilizado una bola de mozarella light.

La combinación con hierba gatera es opcional. Pero a Cooper le chifla.

La receta ha sido supervisada por Cabo, quien no ha quitado ojo a la elaboración. ¿Entendéis por qué se ha ganado a pulso el puesto de Jefe Peludo de Cocina?

La harina que utilicé para este pastel es de trigo blanca, pero es reemplazable por una integral.

El truco está en volcarla poco a poco y remover con una batidora manual o tenedor, para los cocinillas menos equipados.

Volcamos en un bol que aguante el calor. Si lo cubrís con papel vegetal, evitaréis que el pastel se quede pegado y luego tendréis menos que limpiar. ¡Dos en uno!

¡Al horno!

Es sorprendente cómo cambia la textura de la masa y se transforma en poco tiempo. Lo importante es no pasarse con la cocción: un horneado corto (15 minutos) a una temperatura suave (200ºC) marca la diferencia entre un delicioso pastel de atún gatuno y un bloque apto para el lanzamiento olímpico de disco.

Quedaron bonitos, ¿no os parece?

Los langostinos no son imprescindibles para lograr un buen pastel felino, y podemos eludirlos en las recetas baratas; ¡pero fueron la parte preferida! De todas formas, es mejor si los troceamos, para facilitarles las cosas.

Por lo demás, queda el visto bueno del cumpleañero.

¡Prueba superada! El pastel ha pasado con nota el examen de los sesudos comensales y ha sido un éxito de cocina peluda sobre el plato.

PASTEL DE ATÚN PARA GATOS

Ingredientes para 4 comensales peludos:

• 1 filete de atún.
• 1 y 1/2 vaso de harina
• 3 huevos
• 1 bola de queso bajo en grasa
• 4 langostinos.
• 1 puñado de hierba gatera
  

Preparación:

1. Mezclar en un recipiente el atún libre de espinas con el resto de ingredientes picados. El resultado es una masa viscosa pero que aún se deja modelar con facilidad.
2. Meter al horno precalentado a 200ºC durante unos 15 minutos, hasta que se solidifique.
3. Cocer los langostinos dentro de un recipiente con agua en el microondas, durante dos minutos.

Nota 1: algunos gatos, como Cooper y Martes, prefieren que destrocemos el pastel con el tenedor y lo desmenucemos antes de ofrecérselo… ¡Un antojo felino fácil de satisfacer!

Nota 2, y muy importante: esta receta no puede ser la dieta habitual de nuestros gatos. Es sólo un premio para una ocasión especial, para ser ofrecido como mucho, muchísimo, una vez a la semana.

Si os decidís a entrar en la cocina y poneros manos y patas a la masa, me gustaría mucho muchísimo saber cómo ha ido la experiencia. Tengo curiosidad, ¡mandad fotos y contadme, por favor!

 **Los dibujos utilizados en esta entrada son de Freepik y Eezypremium en Vecteezy