EVA SAN MARTÍN. Los 70 gatos del museo Hermitage de San Petersburgo no sólo custodian millones de obras de arte guardadas en su sótano, ahuyentando roedores de los cuadros de Da Vinci y papiros egipcios. Ellos mismos se han transformado en señoriales obras de arte, gracias al trabajo del artista Eldar Zakirov (33 años), que vive en Tashkent, Uzbekistan. ¡Hablamos con el artista y nos muestra su peluda obra de arte!
«Los dibujos respetan el semblante, el color de ojos y del pelo, incluso las marcas distintivas de los gatos del Hermitage retratados y que hoy viven en el sótano y jardines del museo», explica Eldar Zakirov a través del correo electrónico.
Todos son gatos que viven en el museo ruso, y que cuentan con tres trabajadoras dedicados a ellos, día propio, programa de adopción felina y hasta hospital y cocina. Con una excepción: el retrato de la gatita Ksyusha, una preciosa felina blanca que Eldar rescató cuando era una cachorra y que aún vive con su madre.
Los dibujos de los gatos del museo nos llevan dos siglos atrás, y están inspirado en el trabajo de los pintores clásicos rusos. No sólo eso: los felinos llevan trajes de la época, estudiados por el personal del museo, entre cuyos tesoros también esconde una colección de trajes de la corte de los zares.
¡Disfrutad de estos señoriales gatos!
Los retratos de Zakirov incluyen al Camarero de la Corte del Hermitage, conocido como Kuzma en su vida cotidiana en el museo, o al Conductor de Carruajes del Hermitage, alias el gato Rikki en su vida fuera de los cuadros. Zakirov ha intentado además respetar la imagen real de los felinos retratados, sus caras, pelo y forma de las orejas.
Los gatos han vivido en el museo Hermitage desde que el zar Pedro I, el Grande, trajo al palacio un gato de Holanda. Su hija Isabel después ordenó traer al palacio «los mejores y más grandes gatos de Kazán» para cazar los ratones que merodeaban las habitaciones, y han vivido en el Hermitage desde entonces.
Los gatos del Hermitage ya no tienene que cazar ratones: los felinos vienen aquí de las calles, y el personal del museo les cuidan y ayudan a encontrar buenos adoptantes para ellos. Y ahora su fama, además, ha quedado inmortalizada.
¿Cuál es vuestro gato del museo favorito? ¡Son tan peludamente guapos!
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Yes we cat. ¿Y si un gato fuera presidente del Gobierno?
Magníficos. Me encantan los cuadros. Un trabajo maravilloso.